martes, 13 de agosto de 2013

Butterflies Don't Do Maths.

Dicen que los detalles son importantes, que una caricia puedes suponer un escalofrío inmediato que te recorra todo el cuerpo en segundos. Que el aleteo de las alas de una mariposa puede provocar un tsunami al otro lado del mundo, que un beso sabor, a placer da la vida a miles de mariposas en tu estomago.
Mariposas.. pasando por cada una de sus fases de la vida. ¿Amor para siempre? eso no existe, no es posible, pero no te das cuenta de que las mariposas viven apenas solo un día.. no seas tonto, las mariposas no hacen matemáticas.
Aunque el proceso sea muy largo, lo que sentimos en nuestro estómago es el aleteo de las alas, el cual te hace imaginar algo que no existe, te hace sentir amor. Sintiéndote al mismo tiempo una persona amada..
Las mariposas nos engañan, nos manipulan y encima, cuando mas necesitas la fuerza del aire de sus minúsculas y coloridas alas, se esfuman, dejándote en evidencia, sin ningún tipo de rencor, y es en el momento que descubres que lo que veías como placentero para tus ojos, simplemente es una larva disfrazada, ya sea con colores y formas ridículas, pero llenas de mentiras.
Te deja creyendo que el pequeño insecto te ha dejado vacía, sin nada en tu interior, que para alimentarse se ha comido todo acabando contigo, dejándote el simple royo de seda, que ella mismo tejió antes de dejar su vida de patito feo.
Al final, como cada semilla acaba germinando, por lo tanto un nuevo amor te recompone, y así, sin eternidad alguna, los gusanos de seda se hacen dueños de tu corazón.
las apariencias engañan, los sentimientos te traicionan y las mariposas no hacen matemáticas..

(Basada en el título de la obra escrita y guiada por Alexandra Roshu)

domingo, 11 de agosto de 2013

Días de Luna.

Dijeron que no preguntaste por ella, yo no estaba presente, pero se que te quedaste mirando , como si tu mirada la buscara, y todos sabían la culpa de tu nerviosismo, del sudor que caía pro tu frente y de la sonrisa inquieta.

Dicen que no preguntaste por ella, que no te importo el mas mínimo detalle que ella no apareciera. Pero todos describieron la forma en que tus ojos dejaran de brillar, la caída de tu mirada, el secuestro de tu sonrisa y el constante cambio repentino de velocidad de tu respiración, eran indicios que la poca esperanza que tenías de verla, estaban consumiéndose.

Fueron demasiados días de luna, demasiados días escondidos, muchos atardeceres mirando al mismo infinito, noches calurosas de septiembre. Las pocas ganas de dormir, que no ayudaban a las pocas horas de sueño, provocaron un fuerte insomnio.

Nunca se ha admitido que fue o que no fue real, pues no hay prueba alguna de que, en algún momento de vuestras cortas vidas, os habéis querido.


Es inútil fingir algo que solo esta en un sueño perdido.